Hoy les vengo a hablar del slow food (en español, comida lenta) fue creado nada más ni nada menos que en Piamonte, muy cerquita de Torino. Fue Carlo Petrini, en la localidad de Bra, provincia de Cuneo, quien fundó este movimiento en 1986, como respuesta a la apertura de un McDonald’s cerca de la Plaza de España en Roma. En 1989, delegados de 15 países firmaron en París, Francia, el manifiesto fundacional del movimiento internacional Slow Food.
Rápidamente este movimiento se extendió en todo el mundo y hoy está presente en más de 150 países y cuenta con más de 83 000 socios. En Italia, tiene 35 000 personas inscritas organizadas en 330 sedes locales llamadas condotte (conductas). En el resto del mundo, las sedes locales se llaman convivia.
El objetivo
Tal como su nombre lo indica, se contrapone a la cultura del Fast Food, y su objetivo principal es el de disfrutar la comida, tradiciones y costumbres, y aprender a degustar nuevamente los placeres que ésta ofrece.
Su lucha contra la comida rápida propone sentir el placer de deleitarse con un plato ecológico y natural, poniendo énfasis en defender una agricultura sostenible que respete el medio ambiente, resguardando la identidad cultural de cada pueblo de poder decidir qué alimentos desea cultivar y comer.
Se trata de un movimiento sin fines de lucro que se encarga de promover una nueva cultura de alimentación de calidad, defendiendo ese derecho de los consumidores, pero también de brindar todo tipo de información y educar a través de los sentidos, por medio de la degustación de los alimentos y del aprendizaje de las técnicas utilizadas para la producción de los mismos. |
Eventos
Para dar a conocer cuál es su filosofía suelen organizarse eventos como el Salone del Gusto de Turín, el Cheese en Bra y el Slow Fish en Génova, Italia, también se realizan eventos en Denver, Estados Unidos, en Nieheim, Alemania y en Montpellier, Francia.